Locas que importan : Crónicas de sidario de Pedro Lemebel

Abstract

Uno de los constructos teóricos más sólidos para abordar el problema de la identidad latinoamericana es el concepto de Ana Pizarro sobre la modernidad tardía y su correlato con la metáfora de la heteronimia. La investigadora chilena para trabajar esa idea, adapta el gesto del escritor portugués Fernando Pessoa cuando elige múltiples nombres que sustituyan el suyo para identificar a los autores-otros de su producción ficcional. A partir de esta creativa homologación, Pizarro afirma que los diversos modos de nombrar a América condensan la pluralidad del ser americano, y explicitan el quiebre de lo uno en lo múltiple, que nos perfila como continente. Desde este supuesto teórico para nominar a América, las crónicas de Loco Afán del escritor chileno Pedro Lemebel pueden ser leídas desde la búsqueda exasperada de los protagonistas por un nombre propio, referente de su identidad homosexual, no como un espacio sin contradicciones o compacto en su diversidad, sino más bien como una construcción lacerada a partir de fragmentos travestidos y sidosos.

One of the most reliable theoretical constructs to approach the topic of Latin-American identity is Ana Pizarro's concept of late modernity and its correlation with the heteronym metaphor. To exercise that idea, the Chilean researcher adopts the viewpoint of the Portuguese writer Fernando Pessoa when choosing multiple names to substitute his, in order to identify the authors-others of his fictional production. Besides her creative homologation, Pizarro asserts that the diverse alternatives to call America condense the plural meaning of being an inhabitant of hers, and manifest the fragmentation of the self in the multiplicity that shapes America as a continent. From this theoretical perspective, the Chilean writer Pedro Lemebel's chronicles of Loco Afán may be read as the characters' desperate search for a proper name, referent of their homosexual identity; neither as a space without contradictions nor as solid place in its diversity, but as a construction lacerated by transvestite fragments.