El petróleo en la provincia de La Pampa

Abstract

El arte de explotar los recursos minerales de la corteza terrestre en condiciones remunerativas es el objeto de la minería a la que se considera como una de las principales industrias de base para el desarrollo de una nación o de una región. Esto es comprendido por nuestros patriotas de la primera hora quienes nos señalan el camino a recorrer para lograr la consolidación argentina, es decir, desarrollar la agricultura, la ganadería, pero también la minería que debía ser uno de los sostenes de la industria, plasmado este deseo en la primera norma minera que obra en las actas de la Asamblea General Constituyente del 7 de mayo de 1813. El hombre está vinculado a la minería desde su origen, cuando debió extraer fragmentos y bloques de rocas y minerales con sus propias manos para satisfacer necesidades primarias de vivienda, caza, defensa, elaboración de cacharros, utensilios y generar energía. Desde aquella época a nuestros días se han registrado grandes cambios y adelantos en la forma de reconocer las zonas mineralizadas, de efectuar las exploraciones preliminares a fin de precisar la localización de los yacimientos, de planificar las tareas de extracción, de incorporar equipos y tecnología de avanzada y de asegurar un aprovechamiento racional del recurso al amparo de las bases sólidas científicas que el momento aconseja. La Pampa, con sus 143.440 kilómetros cuadrados cuenta con explotación de petróleo, gas, sal común, sulfato de sodio, yeso, tosca, arena, ripio, bentonita y granito. Pertenece a las provincias mineras con mayor o menor jerarquía, según la época, desde 1887, cuando J. Sepúlveda descubre las minas de cobre de Lihué Calel. (Texto extraído de la "Introducción" a modo de resumen)